Querido diario, La vida nos pone constantemente a prueba para revelar el verdadero material del que estamos hechos. Cada triunfo y cada derrota constituye una lección invaluable que moldea nuestro ser y nos enseña a crecer. Nosotros, los venezolanos, estamos forjados con un material único que nos distingue del resto de la humanidad. Poseemos esa extraordinaria capacidad de encontrar luz en la oscuridad, de esbozar una sonrisa incluso frente a la adversidad más severa. Nos reímos de nuestros éxitos y también de nuestros fracasos, porque hemos aprendido que la risa puede ser nuestro mayor refugio. Sacamos humor de los problemas más complicados, y aunque a veces el agua nos llegue al cuello, siempre existirá algo, por mínimo que sea, que nos invite a la sonrisa. Para lo que otras culturas consideran motivos de frustración o desengaño, nosotros vemos como simplemente "otro día más sobre la tierra". Y si algo hoy nos hace llorar, mañana, entre risas compartidas y cuentos entre amigos, transformaremos esa experiencia en motivo de alegría. Por esta razón, a menudo encontramos fricciones cuando, al vivir en otros países, intentamos aplicar nuestra idiosincrasia con los locales, quienes, siendo de una cultura diferente, jamás podrán comprender completamente nuestra forma única de ver y enfrentar la vida. Por eso amo profundamente mi país, mi cultura y nuestra razón de existir. Y como buen venezolano, siempre recuerdo: "Al mal tiempo, buena cara". Con todo mi corazón venezolano, Argenis Tavacare image