La larga evolución del conflicto político en Venezuela ha llevado a nuestra oposición a plantear y replantear salidas continuamente. Ahora nos toca una actualidad muy preocupante, vamos a ello. Por este mismo medio, ya hablamos de un antecedente histórico al conflicto entre EE.UU. y Venezuela, se trata de las guerras del opio, ocurrida a principios del siglo XIX. En aquella oportunidad la agredida con el opio fue China, en el caso de ahora, EE.UU. Se conoce desde finales del siglo XX, que había dos estrategias para destruir a los EE.UU. desde adentro, la conquista cultural ideada por Gramsci y la inundación de drogas a la sociedad de EE.UU. Según analistas, Cuba sería la cuna dónde se desarrollaría esta estrategia de implosionar a la sociedad norteamericana y algunos países de América serían la fuente logística para el desarrollo de esta estrategia. No es que los gobiernos de EE.UU. no estaban al tanto, llegaría un día en que alguien reaccionaría, como alguna vez hizo China y finalmente el segundo gobierno de Trump, reaccionó. En el presente para los EE.UU., se desarrollan tres estrategias simultáneas, el posicionamiento y dominio estratégico de los EE.UU. en América y Europa Occidental reactivando la Doctrina Monroe y convirtiendo a América en el espacio de dominio de EE.UU., en una especie de división del mundo EE.UU., China y Rusia. EE.UU. se concentraría en la lucha contra el narcotráfico y la lucha contra los factores de terrorismo internacional. Según se desprende de las acciones de EE.UU., Venezuela pasa a ser el teatro de operaciones de esta lucha, que ha derivado en una hipótesis de enfrentamiento en el plano militar. EE.UU ha declarado que no busca el cambio de régimen en Venezuela, pero, el cerco militar intenta dividir al régimen, para que ocurra una desunión entre su liderazgo y finalmente colapse, antes de una eventual pero altamente probable acción militar. El régimen de Venezuela ha decidido resistir, como buen seguidor del comunismo, y ha recibido apoyo directo del presidente de Colombia, Gustavo Petro, que también, como buen seguidor de la doctrina comunista, hace gala de que no tiene patria -la patria de los comunistas es el comunismo. Petro ha escalado el potencial del conflicto. Cómo respuesta EE.UU. ha ordenado la movilización de un portaaviones, el más poderoso del mundo, que por sí mismo, dominaría el Caribe completo. Entonces, se presume que están viendo o intuyendo en EE.UU., que han desplegado una inusitada fuerza militar, no solo para cercar o presionar al régimen de Venezuela. Tal vez por eso, la demora en su accionar y probablemente esperen algún detonante interno, en un escenario de máxima presión, para lograr sus objetivos sin una acción militar directa de fuerza activa, pero, sin dejar de tener un arma montada que ejerza la presión para lograr los resultados que esperan. Vienen días de máxima presión y expectacion sobre los resultados. La amenaza constante y la concentración de fuerzas para actuar directamente busca el quiebre del régimen, habiendo un paréntesis para hacerlo en paz. (POC-Opinión) #NuevaGeopolitica #PoliticasAmericanas #RegimenComunista #PaisesInvoluctados #Libertad #Democracia #Nostr