Saludos, conterráneos. Desde la capital espiritual de Venezuela, enviamos un abrazo fraterno y combativo.
Nos mantenemos firmes, apoyando con convicción a todos los luchadores por la libertad en el mundo y observamos con optimismo los acontecimientos que se avecinan.
Estamos activos, decididos a iniciar la reconstrucción de nuestra nación y a impulsarla con fuerza y fe, bajo tu liderazgo.
¡Échale voluntad, que la historia se escribe con coraje y determinación!