Los tratos crueles y torturas a los que son sometidos los presos políticos son incontables. Las cárceles se han vuelto lugares inhabitables un foco infeccioso donde los privados de libertad suelen contagiarse de tuberculosis, gastroenteritis, afecciones de piel: escabiosis, llagas. No les hacen llegar los medicamentos, ni los alimentos que con sacrificio llevan sus familiares. Un verdadero infierno para todos estos inocentes que alguna vez alzaron su voz en busca de un país mejor.