Querido diario,
Hoy las cartas están echadas. Si la gente de aquí, hasta el 24 de noviembre, no presenta y negocia su salida, serán sacados a rastras por una fuerza de tarea que ya se encuentra en el Caribe, esperando las órdenes.
No la tienen fácil: por un lado vociferan y gritan que vengan a buscarlos, que lucharán como David contra Goliat; mientras que por el otro, en un tono más diplomático, suplican por un poco de oxígeno para pensar bien lo que tienen y deben hacer.
Ellos saben muy bien que, al salir del poder, tendrán que pagar por todos sus crímenes y delitos cometidos durante todos estos años. Saben que el pueblo no olvida tanta afrenta, tanta persecución, tanto robo, tanta injusticia cometida por estos esbirros. El tiempo de Dios es perfecto, y estoy seguro de que la hora de estas personas está a la vuelta de la esquina.
Qué lástima que muchos inocentes podrían caer en los estertores de agonía de esta narcodictadura.
Que todo sea por el bien de nuestra patria.
Argenis Tavacare

