🛑 *El Hambre como Política de Estado* : La Redonda Corrupción del Régimen de Maduro
El sistema de distribución alimentaria en Venezuela, ejemplificado en programas como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), ha trascendido su propósito asistencial para convertirse en un mecanismo de control social, enriquecimiento ilícito y degradación nutricional impuesta por el régimen de Nicolás Maduro. El hambre de la población no es una consecuencia fortuita, sino una política de Estado diseñada para mantener el poder a cualquier costo.
1. El Control Social a través de la Comida
El CLAP ejerce una presión asfixiante sobre la población, utilizando el acceso a la comida como una palanca política.
* Dependencia Forzosa: Al monopolizar la distribución de productos básicos y garantizar que la inmensa mayoría de la población dependa de esta caja para subsistir, el régimen instaura un control directo. La entrega de alimentos se convierte en un mecanismo de condicionamiento y lealtad política, donde disentir puede significar el castigo de ser excluido y, por ende, condenado a la escasez.
* Destrucción del Mercado Local: Al ofrecer productos subsidiados (aunque insuficientes), se socava la capacidad de la producción y el comercio local, lo que impide a los ciudadanos adquirir alimentos por vías convencionales, fortaleciendo el control centralizado del régimen sobre la subsistencia.
2. El Negocio Redondo del Desvío de Fondos
El drama humanitario se alimenta de un gigantesco esquema de corrupción.
* Sobrefacturación Crónica: El régimen y su cúpula han orquestado un negocio redondo mediante la importación de alimentos a través de empresas fachada y socios internacionales. Los fondos de la nación se desvían a través de la sobrefacturación criminal, donde un producto de bajo costo se vende al Estado con sobreprecios exorbitantes. La diferencia en esta transacción enriquece a la élite corrupta, mientras que el presupuesto público es desfalcado sistemáticamente.
* Nutrición Deficiente, Ganancia Millonaria: A menudo, los productos importados son de baja calidad nutricional, alta en carbohidratos y pobre en proteínas y micronutrientes esenciales. El régimen compra barato, roba la diferencia y entrega un producto que mitiga el hambre temporalmente pero que genera mala nutrición a largo plazo.
3. El Impacto Devastador en la Infancia
La consecuencia más cruel de esta política es el sufrimiento de los niños.
* Condena a la Desnutrición: Con un salario mínimo que apenas alcanza un monto irrisorio (cercano a $1 ), las familias no tienen capacidad de complementar la dieta deficiente que ofrece el sistema CLAP con alimentos de calidad (carnes, lácteos, frutas y verduras). Esto condena a los niños a la desnutrición crónica, afectando irreversiblemente su desarrollo físico y cognitivo.
* Violación de Derechos Humanos: Al utilizar el hambre y la mala nutrición como instrumento de poder, el régimen de Nicolás Maduro viola sistemáticamente los derechos humanos fundamentales, convirtiendo la falta de acceso a la alimentación adecuada en una estrategia calculada de sometimiento y control demográfico.
📢 ¡ *ALERTA MUNDIAL! LLAMADO A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL*
Hacemos un llamado urgente a la Comunidad Internacional y a los organismos de derechos humanos para que detengan la impunidad de la cleptocracia venezolana. La corrupción alimentaria es un crimen de lesa humanidad que se financia con el sufrimiento de un pueblo. Es imperativo aumentar la presión judicial y política contra Nicolás Maduro y sus cómplices por el desvío de fondos y el uso del hambre como arma.
*¡Basta de Impunidad!*
Este régimen genocida y corrupto mata de hambre a la población venezolana y ejerce un control social despiadado a través de los CLAP. Venezuela exige justicia y el fin de esta política de sometimiento.
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