Treinta años sin defensa, sin aviso, sin justicia. A Rafael Tudares no lo condenaron por un acto, sino por una postura. Cuando pensar diferente es el mayor “crimen”, queda claro que el sistema está podrido.
https://blossom.primal.net/0d84fc0876257265f661e4c96e0897b6f0336a3ac33ae39f02dbf54a8b3bb339.mp4
Login to reply