Debemos recuperar nuestro poder de negociaciรณn frente al Estado-Naciรณn. No somos sus ciudadanos, somos sus clientes y, como tales, mรกs les vale ofrecernos lo mejor en cuanto a economรญa, calidad de vida y seguridad. De lo contrario, buscaremos al siguiente candidato que nos ofrezca condiciones idรณneas. El nacionalismo en la Era de la Informaciรณn no tiene sentido, no te dejes engaรฑar.
โ†‘