LA ANGUSTIA YA NO ES NUESTRA 🇻🇪
El cartel de los soles le hizo a Venezuela un daño que no se mide en cifras, sino en cicatrices: un vaivén emocional que sube, baja, se rompe, se recompone. Un país viviendo en montaña rusa sin cinturón de seguridad.
Pero hay algo que debemos entender de una vez:
La presión de este momento no es contra nosotros. Es contra ellos.
La ansiedad, el insomnio, el temblor en las manos… No es del pueblo. Es de la tiranía cercada, vigilada, acorralada por fuerzas que ni ellos mismos conocen. Nadie sabe el cuándo, ni el cómo, ni el dónde.
Y precisamente por eso la sorpresa es un arma… y no está de su lado.
A nosotros nos toca otra cosa: estar alertas, seguir a quienes hablan con seriedad, guardar la calma y no regalarles nuestro miedo.
Porque esta vez, los que sufren son ellos.
Los que tiemblan son ellos. Nosotros solo esperamos… pero con la dignidad intacta.
Resistan con inteligencia. Mantengan la calma. Esto se está moviendo. 🇻🇪

