La situación de los derechos humanos en el país al que se refiere esta profunda preocupación, implícitamente Venezuela, continúa siendo una crisis de carácter sistemático y estructural, donde organismos internacionales como la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU han documentado persistentes violaciones que podrían constituir crímenes de lesa humanidad. Estos abusos abarcan desde detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas, y un uso desproporcionado de la fuerza contra opositores y disidentes, hasta la manipulación del sistema judicial que perpetúa una impunidad casi total para los responsables. El asedio al espacio cívico, que incluye la persecución de periodistas, defensores de derechos humanos y la inhabilitación de líderes políticos, agrava la falta de libertades fundamentales, mientras que la crisis humanitaria y económica empuja a millones de personas a la migración. La dolorosa interrogante de "¿hasta cuándo" se mantendrá esta ruptura de la legalidad solo podrá tener respuesta a través de la restauración efectiva del Estado de derecho, la justicia real para las víctimas, el desmantelamiento de las estructuras de represión y una presión internacional e interna sostenida para que cesen estos patrones de abuso.
Paz y libertad carajoooo🇻🇪🇻🇪🇻🇪
